miércoles, agosto 30, 2006

Marzo


Hace cinco días habité este nuevo ambiente... y quizás sea hoy cuando comienzo a entender el paisaje enternecedor de tus ojos aceitunos y el huérfano vaho de tu tabacoso aliento... en el aire se pierde el vozarrón de la Joplin junto con el humo del último cigarro arrugado que encontré... me siento en la esquina de este espacio vacío, sin tu consumista presencia, por la ventana abierta de par en par se cuela la brisa tropical de la ciudad y el olor a harina de pescado invade estas cuatro paredes.
Once y cuarenta le grita una señora en la calle a su hijo cuando le pregunta la hora y caigo en cuenta de que ya se van cumpliendo tres horas desde que comencé a garabatear palabras torpes en este trozo de papel.
Con un poco de hierba alucinógena bailando el vals de los novios junto a mis neuronas y con la Joplin de fondo cantando a dúo conmigo "Piece of my Heart" me sorprende la madrugada de este diecinueve de abril... mientras el humo de mis cigarrillos mentolados dibuja la silueta de tu cuerpo desnudo a mi lado y buscas en mis ojos miopes el reflejo de los tuyos... para seguir amándote, arrullándote en el sudor tibio de mis pechos, que como volcanes en erupción resbalan entre tus manos, entonces mis labios dormidos colorean de rojo sandia el contorno luminoso de tus hombros e indagas un minuto en el limbo antes de que caigamos al infierno, mientras la pupila parda de mis ojos va quedando completamente fuera de juego... al ritmo del Rock y junto al instrumento melódico en que se han convertidos tus labios cuando dicen te amo...(¡Dios! como odio cuando dices te amo... y lo peor es que lo sabes) vamos alterando este secreto para transformarlo en acrobacia... mientras que tu corazón deja ecos nostálgicos en las paredes de mi cuerpo y entonces grito... entonces te informo que pretendo saciar las noches de tu recuerdo "recordando" los jardines de tu pecho, y clavaré tu nombre con un puñal en la puerta para no olvidar como llamarte.
Yo la poseedora de tus manos, de tus largos silencio de ojos y de años me voy de tus brazos y ausento mi regreso.
Y sean cuales fueren los resultados "Cuídate de mí, maldita, porque te amo."